Ventajas: Incrementa la temperatura del suelo, superior en hasta un 60% a la temperatura obtenida con un plástico normal. Aumenta la eficacia de la solarización, llegando a alcanzar el 97% de mortandad de patógenos. Reduce considerablemente el tiempo de solarización para conseguir resultados óptimos (3-5 semanas) Reduce el efecto de la condensación (goteo), permitiendo un mejor aprovechamiento de la radiación solar. No destruye organismos beneficiosos para los cultivos, que son los que impiden la posterior invasión de microorganismos patógenos.