Los usuarios profesionales responsables de los tratamientos terrestres, incluidos los no agrícolas, y los agricultores que realicen tratamientos empleando personal auxiliar. También necesitará tenerlo el personal que intervenga directamente en la venta de productos fitosanitarios de uso profesional, por ejemplo en el mostrador de un comercio, pudiendo proporcionar así la información adecuada sobre su uso y manipulación, recomendaciones, y sus riesgos para la salud y sobre el medio ambiente, proporcionando las instrucciones para mitigar dichos riesgos.